Masaje Sueco: Terapéutico o relajante, tú decides

Mujer recibiendo terapia sueca en spa para la espalda con roces de mano.

La imagen que se te viene a la mente cuando piensas en un masaje relajante sueles imaginar a personas acostadas boca abajo sobre una camilla con sus torsos descubiertos.

Esa visual tan común en occidente es la de un masaje sueco.

Pero puede que no sepas exactamente qué involucra uno de estos masajes ni exactamente qué beneficios puede darte.

Con este artículo, queremos ayudarte a ir más allá y que conozcas acerca del origen, las técnicas y sus propósitos curativos para tu bienestar general total.

¿Qué es el masaje Sueco y en qué consiste?

Si ya has leído nuestro artículo acerca del masaje chino Tui Na, ya sabes que sus técnicas fueron una de las bases principales para la creación este masaje tan conocido y popular.

Para que sepas más a detalle, comenzaremos con algo de historia del masaje sueco, que combina lo mejor de la fisioterapia occidental y las terapias holísticas orientales.

El fisiólogo sueco Pehr Henrik Ling trabajaba como instructor de gimnasia sueca de una academia militar.

Ling consideraba que la gimnasia funcionaba para corregir vicios posturales, pero tras un viaje a China donde aprendió acerca de masajes energéticos, él desarrolló su propia técnica.

Al combinar ejercicios físicos para la higiene postural, técnicas de masaje chinas y aspectos de tratamientos de sauna logró inventar el famoso masaje sueco.

Gracias a su gran impacto en lograr eliminar tensiones y reafirmar los músculos y articulaciones, tratamientos como el quiromasaje se han derivado a partir del sueco, combinándolo con otros.

Características y método del masaje sueco

Conocido como un arte para relajar el cuerpo, este masaje busca mejorar la salud y la calidad de vida de las personas al recuperar el equilibrio natural de la energía corporal de quien lo reciba.

Para una sesión de masaje sueco, el paciente es acostado boca abajo sobre una camilla, desnudo o con ropa interior, y cubierto con una toalla, que se irá destapando por cada zona a tratar.

La sala de masaje se ambienta con iluminación tenue y elementos de aromaterapia para ayudar con tu relajación; por lo general, se hace un pre-masaje con aceites, para calentar los músculos y preparar la piel.

Durante un masaje sueco tradicional, el masajista suele empezar o terminar por la zona de la espalda, la más parte más importante del cuerpo cuando hablamos de esta terapia, que también es profundamente descontracturante.

Después, se trabaja la parte posterior de cada pierna (del pie a la cadera), luego se enfoca en los pies, y se pasa a la parte frontal de cada pierna.

A continuación, se trabajan ambos brazos (desde las manos hasta los hombros) y finalmente se masajean los hombros y el cuello. 

Sin embargo, el orden en que se traten las zonas y la combinación movimientos y técnicas aplicadas dependerá del estado físico de cada cliente, ya que los beneficios que buscan son distintos.

El masaje sueco tiene técnicas especialmente de relajación, mientras que otras son más indicadas para la presión arterial o la energización del cuerpo.

Terapeuta descontracturando los músculos del hombro y zona superior del brazo de un joven.

Movimientos y técnicas del masaje sueco

Ya que el masaje sueco puede servir para diferentes propósitos, debido a que fusiona técnicas variadas, Ling clasificó seis técnicas principales según sus funciones y tipos de movimientos para realizarlas.  

Por ejemplo, los movimientos lentos y suaves eliminan el estrés y mejoran la circulación, aliviando el dolor corporal y potenciando un efecto tonificante y revitalizante.

Estos movimientos se aplican para generar presión en dirección del flujo sanguíneo, de regreso al corazón con las manos, antebrazos y codos.  

A continuación te compartimos una lista de las 6 técnicas del masaje sueco y sus descripciones:

1. Deslizamiento o roce:

Se lleva a cabo sin separar las manos del cuerpo o con las yemas de los dedos para esparcir el aceite y hacer contacto superficial, para relajar el cuerpo y calentar los músculos.

Los movimientos son largos y anchos para que toquen varias áreas del cuerpo y mejorar la conexión entre distintas zonas del cuerpo.

2. Amasamiento:

Este tipo de movimiento usa las manos, los dedos, los nudillos y los antebrazos para activar tu circulación sanguínea.

3. Vibración:

Esta maniobra hace vibrar la piel al presionar un punto del cuerpo con el talón de la mano o con las puntas de los dedos.

Los movimientos se hacen arriba hacia abajo y viceversa, a diferentes velocidades y de manera repetitiva.

4. Percusión:

Consiste en golpear tu cuerpo suave y superficialmente para activar tu circulación de sangre y energía corporal para liberar el estrés acumulado.

Estos golpeteos rítmicos y rápidos se realizan con los lados de las manos, los puños cerrados o con las manos ahuecadas.

5. Fricción:

Este movimiento se efectúa con los dedos sobre los tejidos más profundos y afectados con el propósito de calentar los músculos para eliminar su rigidez.

6. Tracción:

El masajista tira de los brazos, piernas y, a veces, la cabeza para estirar y alargar los músculos al final del masaje, cuando ya están relajados.

¿Para qué sirve un masaje sueco?

Los beneficios del masaje sueco son muchos, y tiene mucho que ofrecer a personas de todo tipo y de todas las edades. 

Algunos de ellos son:

  • Relajar profundamente tu cuerpo y mente.
  • Aliviar dolores de la ciática.
  • Hacer que la actividad cardiovascular sea más eficiente.
  • Estabilizar y acelerar la circulación linfática y sus efectos drenantes.
  • Mejorar visiblemente el aspecto de la piel.
  • Acelerar el proceso de curación de lesiones y enfermedades.
  • Reducir el cansancio, estrés, ansiedad e irritabilidad.
  • Aportar a la flexibilidad corporal.
Mujer en silla de masaje recibiendo amasamientos y digitopresiones para relajar el cuello.

Además, este masaje es especialmente indicado para tratar las siguientes condiciones:

  • Contracturas, esguinces, artritis, calambres, síndrome del túnel carpiano, y dolores de cabeza, musculares o articulares, ya sean crónicos o temporales.
  • Problemas circulatorios como las várices o la retención de líquidos.
  • Para personas con un ritmo de vida agitado o que pasan muchas horas de pie.
  • Cuando se quiera mejorar y estimular la salud general, para fortalecer y tonificar el cuerpo.
  • Para deportistas profesionales acostumbrados a actividades físicas arduas.
  • Para estreñimiento o como complemento para tratamientos anticelulíticos.

El masaje sueco requiere dominio de todas las técnicas para poder aplicarlas correctamente; asegúrate de que tu masajista esté certificado y cuente con suficiente experiencia.

Contraindicaciones

Las contraindicaciones del masaje sueco son básicamente las mismas de cualquier otro masaje, pero te compartiremos una breve lista para refrescar tu memoria.

  • Enfermedades de la piel o acné severo.
  • Inflamaciones agudas con enrojecimiento o dolor.
  • Fiebres.
  • Infecciones y enfermedades hemorrágicas, tumorales, cancerosas y tuberculosas.
  • Heridas abiertas, fracturas y fisuras.
  • Enfermedades vasculares o bajo la sospecha de que hayan.
  • Después de correcciones quirúrgicas de la columna.
  • Enfermedad de Parkinson, cálculos de riñón, padecimiento de la vesícula
  • Durante la fase aguda de las enfermedades reumáticas.
  • Úlceras internas y quemaduras.

¿Cuál es el masaje sueco?

La imagen que se te viene a la mente cuando piensas en un masaje normalmente es la de personas acostadas boca abajo sobre una camilla y sus torsos descubiertos. Esa imagen mental es la de un masaje sueco.
Combina ejercicios físicos de la gimnasia sueca para la higiene postural, técnicas de masaje chinas energéticas y aspectos de tratamientos de sauna.

¿Cómo es un masaje sueco?

Para una sesión de masaje sueco, el paciente es acostado boca abajo sobre una camilla, desnudo o con ropa interior, y cubierto con una toalla, que se irá destapando por cada zona a tratar.
Durante un masaje sueco tradicional, el masajista suele empezar o terminar por la zona de la espalda, la más parte más importante, luego las parte posterior de cada pierna (del pie a la cadera), sigue con los pies, y se pasa a la parte frontal de cada pierna. A continuación, se trabajan ambos brazos (desde las manos hasta los hombros) y finalmente se masajean los hombros y el cuello.

¿Para quién está indicado el masaje sueco?

Para personas con:
Contracturas, esguinces, artritis, calambres, síndrome del túnel carpiano, y dolores de cabeza, musculares o articulares, ya sean crónicos o temporales.
Problemas circulatorios o de presión arterial (várices o retención de líquidos).
Problemas de postura, vida agitada o que pasan muchas horas de pie.
Personas que padecen de estreñimiento o celulitis.
Deseo o necesidad de mejorar su salud general y fortalecer y tonificar el cuerpo.

Para deportistas profesionales acostumbrados a actividades físicas arduas.

¿Para qué sirve el masaje sueco?

Algunos beneficios que ofrece el masaje sueco son:
Relajación;
Aliviar dolores de la ciática;
Mejorar la actividad cardiovascular;
Acelerar la circulación linfática y el drenaje de líquidos;
Acelerar el proceso de curación de lesiones y enfermedades;
Reducir el cansancio, estrés, ansiedad e irritabilidad.
Aportar a la flexibilidad corporal.

Masajista aplicando roces terapéuticos en la espalda de su clienta.

Conclusión

En fin, si deseas recibir un masaje antiestrés que también puede aportarte bienestar físico sin gran intensidad de movimientos o presiones, ¡el masaje sueco es el indicado para ti!

Para que tengas un Tip que te ayude a ayudar en qué consiste este tipo de masaje, te compartimos el siguiente resumen:

Es una terapia física relajante que usa técnicas de equilibrio energético chinas y se enfoca principalmente en masajear la espalda, piernas, hombros y cuello, pero puede ser personalizada.

Encontrar buenos spas que ofrezcan un masaje sueco en Madrid es fácil, así que la siguiente vez que tengas una oportunidad, anímate.

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